Denuncias Falsas de Violencia de Género
- Odenaf
- 8 abr
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El uso fraudulento de denuncias por presuntos malos tratos y/o abusos sexuales de un hombre contra su mujer o pareja, es una realidad que mucha gente niega, pero no por negarlo, no deja de existir. Aprovechándose de una Ley injusta y discriminatoria como la Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, con reformas en el 2014 y 2021, muchas mujeres en este país vienen utilizándola para obtener beneficios en su proceso de divorcio/separación; para evitar que el padre obtenga la custodia compartida, e incluso en procedimientos de Síndrome de Alienación Parental. Con el fin de apartar a los hijos definitivamente de su progenitor. Y en los últimos años muy comúnmente para chantajear o extorsionar. Hemos visto cantidades de casos descubiertos de mujeres que amenazan con realizar falsas denuncias de no ceder ante sus peticiones.
Es una realidad conocida en los juzgados y tribunales, que los padres son en multitud de ocasiones denunciados falsamente por malos tratos – físicos y/o psicológicos – tras tener conocimiento las madres de la petición de custodia compartida, para obtener ventajas en el proceso de divorcio, también por despecho y resentimiento, y en ocasiones para justificar una infidelidad, y como dicen un popular refrán "el que pega primero, pega dos veces".
Junto a estas denuncias falsas de violencia de género. Desde +SanaMente y el equipo Penal Carrero & Carrero. Han venido defendiendo desde hace más de una década a hombres víctimas de denuncias falsas/instrumentales de abusos a su mujer o pareja, y/o por abusos sexuales a los hijos, una vía utilizada con los mismos fines que las anteriores pero si cabe aún de mayor eficacia. Es lo que se conoce como la "bala de plata". Dicha expresión -silver bullet- alude a las denuncias que algunas madres presentan contra los padres, instrumentalizando denuncias falsas de abusos diferentes, a sus hijos. El mero hecho de presentar este tipo de denuncias supone en muchos casos- la “muerte" judicial del hombre denunciado. Basta solo la simple denuncia para lograr de forma irregular la privativa de libertad inmediata del denunciado y que se dicte una orden de alejamiento, para que el padre sea apartado de sus hijos, pudiendo ingresar en prisión y quedando su honor gravemente dañado.
¿Ha sufrido humillación cuando sin haber cometido delito alguno, su mujer pareja le ha denunciado falsamente y ha pasado algún tiempo en calabozos con auténticos delincuentes, y luego se ha archivado su causa? ¿Se ha autolesionado su mujer o pareja con el fin de interponer una denuncia falsa? ¿Ha sentido la humillación de ser esposado y detenido en presencia de sus hijos sin haber cometido ningún delito? ¿Ha sido usted el amenazado, avisado y chantajeado y sin embargo se le ha impuesto a usted una orden de alejamiento y enfrentado procesos penales?
¿Ha sufrido la mayor humillación cuando sin haber cometido delito alguno, su mujer o ex pareja le ha denunciado falsamente de malos tratos y está a la espera de un juicio en el que el Fiscal pide prisión para usted?
¿Ha sufrido la humillación cuando sin haber cometido delito alguno, el Equipo Psicosocial o multidisciplinario adscrito al Juzgado, sin tan siquiera haberle evaluado sin contrastar con otras pruebas, ha emitido un informe en el que afirma que usted reúne el perfil de un hombre maltratador o ella de una víctima traumada?
¿ Ha sufrido las consecuencias derivadas de una denuncia falsa de violencia de género?, ¿se ha visto privado de sus hijos durante meses o incluso años, por culpa de su pareja y/o de las resoluciones judiciales?, ¿ha sufrido cómo un juzgado no ha respetado su derecho a la presunción de inocencia?, ¿ha sufrido cómo un juzgado ha vulnerado sus derechos fundamentales?, ¿ ha sufrido cómo un juzgado le ha suprimido el régimen de visitas de sus hijos ante una denuncia falsa?,
¿Ha sufrido cómo un juzgado le ha suprimido el régimen de visitas de sus hijos sin razones de peso?, ¿ha sufrido cómo sus hijos le han rechazado u odiado injustificadamente por la manipulación de la progenitora y el juzgado ha mantenido la custodia a favor de la manipuladora y verdadera maltratadora?
Después de haberse visto humillado en las diversas situaciones que hemos referido, y después de haber sido absuelto o haberse archivado su causa por no haber prueba alguna del maltrato, hemos comprobado como ni los Fiscales ni los Jueces deducen testimonio, es decir, no abren un procedimiento para averiguar qué de cierto había en esa denuncia, y si la misma era falsa.
Consecuencias para la denunciante: NINGUNA. Consecuencias para el hombre: la humillación de ser detenido, de ser publicado en medios de comunicación y difundido en redes y estar en calabozos, orden de alejamiento, pérdida o apropiación indebida del domicilio familiar, se atenta contra su honor, dignidad y bienestar emocional al tener que sufrir un proceso largo hasta que obtiene sentencia, verse separado de sus hijos durante meses, años, y en ocasiones de por vida.
Yo, Leonardo Rincón, presidente de esta entidad de atención con 18 años de trayectoria, me tocó vivir gran parte de toda esta situación, lo que me hizo contar con una dilatada experiencia en como se maneja el sistema ante estás graves violaciones de derechos fundamentales y es por ello que además de iniciar la Campañas #NoAlTerrorismoJudicial, he trabajado en propuestas para llevar a la Asamblea Nacional con reformas que minimicen estos casos, que los riesgos de ser víctima de este tipo de situaciones sea un principio. Si no existen los elementos probatorios necesarios para privar a un hombre , él debe enfrentar su proceso EN LIBERTAD, y el mismo Estado debe velar por la presunción de inocencia; si un medio informativo publica una nota de prensa con la fotografía o algún elemento que identifique al sujeto en cuestión, el mismo estado debe sancionar y detener tal acción hasta tanto un tribunal comprueba su culpabilidad o lo contrario; si la mujer supuestamente, víctima inicia campañas de odio , o a a través de sus familiares o amigos, esto deba incidir inmensamente en la anulación del proceso que ya se vio comprometido y además creó una predisposición a la culpabilidad, y pone en riesgo la seguridad jurídica, física y emocional del procesado; también se espera que las penas por denuncias falsas o falsa atestación no sean menor a 10 años de prisión, y que además la infractora deba pagar indemnización y multas no menores a los 50 mil euros. Por otra parte la obligatoriedad de asistir a tratamiento psicológico o psiquiátrico, según el caso, manteniendo por seguridad de los hijos una medida de protección (colocación familiar al padre), con visitas supervisadas, hasta tanto culmine su tratamiento de salud mental que garantice que es una persona capaz de cuidar de los mismos, entre otras cosas.
Hay que hablar de este asunto, debemos conocer todos los mecanismos legales que dispone un hombre víctima de una denuncia fraudulenta en el área de violencia de género a su mujer o pareja y presuntos abusos sexuales a sus propios hijos, así como conocer todas las manipulaciones de las que se sirven muchas mujeres para denunciar falsamente a su cónyuge/pareja, por lo que tras estudiar minuciosamente está situación o asunto podemos
ofrecer al país una propuesta de reforma para una defensa más apropiada para éstos casos, y evitar con ello una sentencia que le condene injustamente a un ser humano, que en teoría es sujeto de derecho. Deben crearse mecanismos eficaces para ejercitar acciones penales contra la mujer que ha instrumentalizado una denuncia contra alguien para que sea juzgada y condenada por haber interpuesto una denuncia falsa.
La violencia doméstica y la violencia de género suponen una terrible situación social en nuestro país. Pero una vez admitida esa realidad, no puede ocultarse otra realidad también cierta y cada vez más frecuente: desde la aprobación de la Ley precitada, se interponen multitud de denuncias falsas por violencia de género para el propio beneficio dónde en la mayoría de los casos la fiscal no va en busca de la verdad si no de estadísticas positivas para su despacho. Incluso es muy raro ver fiscales hombres en despachos de violencia de género, y de existir algún como fiscal, por lo general solo son auxiliares y lo mantienen como mandaderos para pequeños trámites o gestiones. También he podido evidenciar casos de fiscales mujeres en estos derechos que pertenecen a la comunidad LGBTQ, que buscan empatizar más allá de lo profesional con algunas presuntas víctimas y que posteriormente se les ven compartiendo fuera de cualquier escenario jurídico, mostrando la poca ética y compromiso con el sistema.
Que difícil se ha vuelto que un hombre obtenga empatía en estos despachos tribunalicios, dónde desde el primer momento se le sataniza y se denigra con un trato jurídico despectivo. En mi caso particular pase 16 meses en una investigación que debió durar no más de 45 días. Posteriormente y por primera vez pude ser visibilizado y enviado a mi hogar con una medida menos gravosa a la espera de la apertura de un juicio por el único delito que quedó pendiente (empezaron con 7 delitos).
Estos tribunales "especiales", deberían realmente ver con igualdad de todas las víctimas - sin distinción de sexo- ante cualquier tipo de violencia, especialmente la que tiene lugar en el seno de las relaciones de pareja. Por ello, cuando nace está Ley de Género, se propició una desigualdad entre las víctimas. Debemos luchar por crear entes especializados en la defensa de hombres maltratados por la referida Ley. Esta desigualdad, amparada por la legislación vigente, no solo protege a las maltratadoras y manipuladoras contra sus parejas o cónyuges, sino que además les proporciona la posibilidad de interponer con impunidad denuncias falsas que conducen al hombre a un angustioso procedimiento judicial, con privativas de libertad y a un aislamiento social de superar, independientemente de que finalmente sea condenado o no.
Por ello, aunque la denuncia/as continuas sean archivadas o se obtenga una sentencia absolutoria, el descrédito frente a terceros, el continuo desasosiego y en muchas ocasiones desesperación que produce una y otra citación judicial, uno y otro proceso judicial como denunciado, con la adopción en algunos casos de medidas cautelares numerosas para el
denunciado, constituye un claro supuesto de sufrimiento procesal intolerable que debe de ser objeto de la correspondiente reparación económica.
En vez de dar un paso hacia adelante donde se respeten y protejan los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, con dicha Ley se dio un paso atrás en un Estado social y democrático de derecho. Está Ley ha separado y sigue separando a cientos de padres de sus hijos y familia, mete en la cárcel a otros tantos y continúa destrozando a muchísimas familias. Cuando se creo esta Ley no se pensó — o no se quiso pensar — en los hombres que iban a ser denunciados sin haber cometido delito alguno.
El maltrato en el ámbito familiar es un grave problema social que padecen tanto hombres como mujeres; sin embargo de los hombres maltratados nunca se habla.
Existe una ideología de enorme influencia social que pretende ocultar que junto a los maltratos padecidos por mujeres existen situaciones idénticas en que son hombres quienes sufren los malos tratos a manos de sus compañeras sentimentales.
La violencia no tiene género, ni raza ni religión, la violencia comportamiento que no distingue ni a hombres ni a mujeres, ni clases sociales, ni estatus económico-social-intelectual; sin embargo, las leyes sí hacen distinciones, en este país la ley no es la misma para hombres y mujeres. El hombre acusado por un delito de Violencia de Género es considerado culpable hasta que demuestre su inocencia, porque en este país la palabra de una mujer tiene presunción de veracidad. Solo basta con el simple dicho de la mujer para destruir la vida de un hombre.
Son demasiados los hombres inocentes denunciados, acusados y condenados en este país por un delito de Violencia de Género, con la única prueba de la
declaración de la supuesta víctima.
Se debe mejorar urgentemente el sistema judicial en el área de violencia de género, que a mí parecer , deberian volver a tribunales de delitos comunes, o en su defecto su personal mínimo con títulos de doctorados en el área y de constancia capacitación humanística. Estás malas decisiones acaban con familia, carreras, patrimonios, largas trayectorias y mucho esfuerzo sin que tengan la oportunidad de una defensa óptima, ya que aunque se cuente con equipo jurídico privado, ellos se ven tan limitados para ejercer y defender , que tal parece que toda la desventaja recae sobre la defensa que muchas veces trabaja bajo frustración por qué no se respetan los lapsos, los procesos, los escritos o solicitudes, entre otros.
Debemos hablar de esto, crear iniciativas y unirnos en todos los flancos para cambiar esto y volver a un Estado de derecho y procesos justos y eficaces.
"No existe mayor acto de corrupción, que aquel que acepta un cargo sin estar preparado para ejercerlo".
- Anónimo.
Este artículo lleva mucho a la reflexión. Es una verdad de las que pocos hablan. Felicidades colega.
Ya me inscribí en el voluntariado ❤️ es bueno volver a saber de ti 😊